Los jugadores toman el rol de pintores de frescos que, por orden del obispo, tendrán que restaurar el gran fresco del techo de la catedral y restaurar su gloriosa imagen para la vista de todos. Para conseguirlo deben planificar bien sus jornadas, con lo cual levantarse temprano o más tarde tiene sus beneficios y consecuencias. Es necesario comprar pinturas para el encargo de la catedral, mezclar nuevos colores y restaurar el fresco. Si los ingresos se agotan, entonces hay que aceptar otros encargos para realizarlos en el estudio propio. A menudo los ayudantes están de mal humor y sólo una visita al teatro puede ayudar a que se animen… Solamente aquél que planifique bien sus jornadas conseguirá la mayor cantidad de puntos, convirtiéndose en el pintor de frescos más exitoso.
Cantidad de jugadores | 2-4 Jugadores |
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Tiempo de juego | 60 Minutos |
Edad mínima recomendada | 10 Años |