Extrañamente, para Riko no pasa inadvertido el final de Mitty, pero quizá ella ve algo que los demás no notan en ese momento tan desgarrador: no necesariamente se trata del final. Con ayuda de Nanachi, Riko continúa su recuperación, aunque su brazo jamás podrá ser el mismo. Nanachi decide unirse a la aventura, pero primero debe hablarles sobre algo importante, y es que justo se dirigen al sitio de donde ella huyó, el lugar donde vive el terrible Señor del Amanecer, Bondrewd, que con sus “Umbra Hands”, ya los espera con expectación. ¡Cuál sería su sorpresa cuando al llegar al sitio ritual son recibidos amablemente por una simpática niña de nombre Prushka! ¡Una amiga más para Riko!